El Ministerio de Agricultura y Riego, a través de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), presentó un proyecto que busca la conservación de los servicios ecosistémicos del distrito Pacaipampa, provincia de Ayabaca, región Piura, y en otras 3 provincias de Ecuador (Cotopaxi, Tungurahua y Cañar) consideradas como zonas muy vulnerables al cambio climático.
El proyecto denominado “Resiliencia Andina: fortaleciendo la producción agropecuaria de pequeña escala en zonas vulnerables al cambio climático en la sierra de Ecuador y Perú” tiene como objetivo mejorar la resiliencia al cambio climático en zonas de cultivo y promover la agricultura familiar.
La actividad que demandará una inversión en Perú de aproximadamente 528 mil soles es promovida por la ANA, en conjunto con el Consejo de Recursos Hídricos de Cuenca Chira Piura, el gobierno regional de Piura y la Fundación italiana Acra.
El Secretario Técnico del Consejo de Recursos Hídricos de Cuenca Chira Piura, Freddy Chachi, precisó que este proyecto se ejecuta en el marco de la implementación del Plan de Gestión de los Recursos Hídricos Cuenca Chira Piura en la línea de acción gestión de riesgo y adaptación al cambio climático.
El proyecto, tendrá una duración de 20 meses y será implementado por la Fundación ACRA, con sede en Ecuador, en alianza con el Gobierno Regional de Piura y tres Gobiernos Provinciales Ecuatorianos: Tungurahua, Cotopaxi y Cañar. La acción cuenta además con el apoyo estratégico de dos Fondos de agua: el Fondo de Páramos de Tungurahua y el Fondo Regional del Agua FORASAN Piura.
En particular, el proyecto será dirigido a un total de más de dos mil productores y 8 asociaciones en Perú y Ecuador, de los cuales alrededor 350 productores pertenecen a la Cooperativa de Servicios Múltiples del Territorio de los Páramos, en el distrito de Pacaipampa, provincia de Ayabaca, que fortalecerán sus actividades productivas, mejorando sus condiciones de vida.
Al mismo tiempo, beneficiarán del proyecto alrededor 60 funcionarios de los 4 gobiernos locales involucrados porque mejoraran sus herramientas de planificación territorial y capacidades de respuesta al cambio climático.