
El Consejo de Recursos Hídricos de Cuenca Interregional Vilcanota Urubamba encargado de planificar, coordinar y concertar el aprovechamiento sostenible de los recursos hídricos en la cuenca del rio Vilcanota Urubamba, viene elaborando participativamente el Plan de Gestión de Recursos Hídricos de la Cuenca, el cual comprende tres etapas en su formulación, Etapa 1: Planificación a corto plazo “la cuenca que tenemos”, Etapa 2: Planificación a largo plazo al año 2050 “la cuenca que queremos” y Etapa 3: Planificación a mediano plazo al año 2030 “La Cuenca Que Podemos”. Y habiéndose concluido la primera etapa y validada institucionalmente por el consejo conformado por representantes de los Gobiernos Regionales de Cusco y Ucayali, Gobiernos Locales, Autoridad Administrativa del Agua XII Urubamba-Vilcanota, organizaciones de Uso Agrario, No Agrario y Poblacional, Empresas Prestadoras de Servicio, representantes de Comunidades Nativas y Campesinas, Colegios Profesionales y Universidades.
La empresa consultora INCLAM – ALTERNATIVA, encargada de formular el Plan, ha culminado con la primera etapa, que corresponde al Diagnóstico y Línea de Base, identificándose la problemática en las 5 líneas de acción de la Seguridad Hídrica de la GIRH: 1) Agua Potable y Saneamiento, 2) Usos Productivos de los Recursos Hídricos, 3) Conservación del Medio Ambiente, 4) Protección contra Eventos Extremos y Cambio Climático y; 5) Gobernanza y Prevención de Conflictos.
Dentro de los principales problemas identificados podemos mencionar : la afectación de la calidad del agua por vertimientos de aguas residuales no tratadas y residuos sólidos que impactan al medio ambiente que limitan el desarrollo de actividades económicas importantes como la agricultura y el turismo; asimismo, la deforestación, el sobrepastoreo y los incendios forestales que provocan la erosión de los suelos que agravan la presencia frecuente de huaycos e inundaciones; presencia de escasez del agua a causa del cambio climático, el uso y manejo inadecuado del recurso que impiden la atención a nuevas demandas hídricas para los diferentes tipos de uso en la cuenca.
La escasa tecnificación de la agricultura bajo riego trae consigo una baja productividad agrícola, además las infraestructuras hidráulicas se encuentran en mal estado de conservación debido a la falta de mantenimiento adecuado, lo que origina perdidas excesivas del recurso agua; también la falta de sensibilización y capacitación a los usuarios para el cuidado y uso de este recurso importante, así como la falta de coordinación y de articulación institucional, la existencia de conflictos vinculados al agua, y la poca participación de hombres y mujeres en la gestión del agua.
En base a los problemas identificados, debemos plantear las medidas de intervención a largo plazo y mirar al futuro ¡cómo queremos nuestra cuenca al año 2050!, debemos identificar las fuerzas motrices que deben permitir vencer las brechas, para lo cual, es importante la participación nuestras autoridades de todos los niveles de gobierno, representantes de organizaciones sociales y demás actores a participar en el proceso elaboración del Plan de Gestión.